27 febrero, 2011

Errores u Oportunidades

Constantemente vivimos en una lucha con las personas más cercanas porque queremos corregir, créeme siempre lo hacemos o nos viven corrigiendo, del cual no nos agrada para nada, cuando cometamos un error y nos corrijan debemos armarnos de valor y verlo como una oportunidad para crecer.
Asumir nuestros errores sin justificarnos nos da la posibilidad de corregirlos y, al mismo tiempo, nos permite crecer y madurar personalmente. Además, todas las caídas son oportunidades para aprender algo nuevo acerca de nosotros mismos y de los demás. Tenemos dos posibilidades de aprender y crecer, lo hacemos a través del aprendizaje que obtenemos de nuestros errores y fracasos o por conciencia.
Como decía al principio, primero debemos enfrentar la situación. No actúes como si nada hubiera pasado, tampoco murmulles una disculpa en voz baja y sin mirar a los ojos de la persona para luego salir corriendo de ahí. La mayoría de las veces se necesita algo más que un simple "lo siento" para arreglar las cosas, es necesario conversar sobre el incidente con las personas afectadas, para minimizar el problema.
Segundo deberíamos asumir la responsabilidad. Si eres sincero y humildemente explicas, en forma razonable, el porqué de tu actuación equivocada, la persona afectada se sentirá más tranquila y satisfecha al escucharlo. Quedarnos callados esperando que el tiempo pase y la persona olvide la ofensa, hará que se genere el resentimiento. No alces la voz para nada, hazlo de una manera pausada, sin perder la paz.
Y por último, repara la ofensa. Además de pedir disculpas, es importante que hagamos algo concreto para mostrar nuestro compromiso de corregir el error o la ofensa cometida. ¿De qué manera puedo corregirlo? ¿Qué puedo hacer para que te sientas bien? Estas son frases que hacen sentir mejor a las personas afectadas.

23 febrero, 2011

Podemos Seguir Adelante

¿Cuántas veces hemos atravesado por situaciones difíciles que consideramos sorpresivas, injustas y que nos negamos a aceptar, para descubrir, tiempo después, que fue lo mejor que pudo pasarnos?
Definitivamente las personas optimistas que convierten todas las situaciones en una oportunidad tienen la tendencia a alcanzar más éxito que los que se sienten fracasados y ven su vida de una forma pesimista. Tenemos el poder de decidir, cada vez que llegamos a un cruce de caminos, que dirección tomar y cómo vamos a afrontarla. Dependerá de nuestra actitud, de nuestras creencias y de la información que tengamos, el que tomemos una decisión u otra. Pero lo cierto es que la persona optimista siempre mirará hacia el futuro con esperanza y buen humor, mientras que una persona con un pasado difícil y negativo a cuestas, pensará que su vida está condenada a ser un fracaso.
Cuando las cosas salen bien es porque se han combinado una actitud correcta, la probabilidad, el sentido de la oportunidad, el haberse preparado y estar en el lugar correcto en el momento exacto. Las claves que debemos tener para renovar nuestras vidas, es pensar positivo, reconocer las oportunidades que se nos presentan, y visualizar nuestras vidas siendo feliz.

17 febrero, 2011

Amor libre

Tener una relación de pareja implica estar dispuestos a abrir parte de nuestro espacio de libertad e intimidad para recibir a esa persona; también, estar abiertos a conocer, a descubrir sus intereses, gustos y sueños; estar dispuestos a compartir y a brindarle lo mejor de nosotros, sin egoísmo, condición o prejuicios temerosos, producto de alguna experiencia anterior. ¿pero estaremos listos para hacerlo?
Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todo encuentro es causal y si queremos cambiar el patrón de las personas que hemos atraído, tenemos que hacer algún cambio significativo en nuestra actitud, comportamiento y elección. Recuerda que eres tu quien decide con quién te relacionarás y si estás verdaderamente dispuesto a asumir el costo de lo que significa compartir la vida con alguien.
No busques a nadie por dinero, la relación que se mantiene por necesidad o temor nos obliga a pagar costos muy altos en la vida. Debemos creer que somos seres especiales y por tanto, merecemos compartir la vida con alguien que nos respete, ame y valore lo suficiente, siendo auténticos y mostrándonos tal cual somos.